El FreeLancer subestimado

Contagiados por la semana santa, pidamos por los FreeLancer y sus precarias condiciones de trabajo.

Haciendo mención especial a los incomprendidos fotógrafos no están incluidos en la plantilla de ningún medio. Qué duro es sobrevivir como un fotógrafo libre.

Los inicios serían, seguramente, como el fotógrafo de la revista del instituto, como el caso de Peter Parker, mientras los demás chicos se ríen de él, porque parece el bicho raro del curso por hacer un trabajo por el que no cobra nada. Además, ya en la vida real, hay que aguantar el que a todo el mundo le guste hacer fotografías y el que los avances técnicos permitan a cualquiera captar una foto válida, que no buena, para un medio. Buscar un segundo trabajo para conseguir algo de dinero y subsistir a duras penas puede ser el destino de los que deciden andar por este duro camino. Parker incluso peleó por 3000 dólares vestido de araña.

Spiderman de Sam Raimi muestra un redactor-jefe desquiciado por la obsesión de ser el primero en sacar la noticia y por vender y vender. Creyendo que su palabra es la ley, gritará a cualquiera que se le ponga por delante. Si él piensa que Spiderman es un delincuente, es que lo es, si ve que vende más la historia de que es un héroe, se le convierte en ello en un momento, no hay problema. ¿O sí? Porque no se puede sacar una portada sin una buena foto, ahí aparecerá Parker para solucionarle la papeleta.

Cuando llegas con unas fotos, “son una porquería” según ellos, por muy buenas que sean en realidad y estén deseando tenerlas, pero así te pagarán menos.

Por lo menos espero que ocurra como en la película y que los pobres FreeLancer obtengan la protección del medio como una fuente que son y para que sus instantáneas no les cuesten más de lo que les reportan.

Por la falta de credibilidad del jefe hacia el fotógrafo se produce una falsa y sensacionalista información sobre Spiderman, tachándolo de villano. Así la opinión pública lo cree hasta que se demuestra lo contrario, ya que al igual que los héroes los periodistas tienen un gran poder. Y como le aconsejó su tío a Peter, antes de morir “un gran poder conlleva una gran responsabilidad”