De la realidad a la ficción. Fue el paso que dio Arturo Pérez Reverte en su día. Dejó en la cuneta el periodismo y siguió por el camino de la novela histórica con un éxito aplastante, que le ha convertido en una de las figuras de referencia de la literatura en nuestro país. Esta semana presentó su última novela, El asedio. En el acto, explicó que esta obra le ha permitido "vaciar un poco el saco de algunas historias que quería quitarse de encima, porque, a estas alturas le sobran los temas". Sin duda, una muy buena noticia para el mundo periodístico y literario.
Aunque hay un lado negativo en todo esto. Según el propio Reverte, lo que le falta es tiempo". De esta manera habrá que esperar más para poder leer el resto de elementos que componen ese saco que rebosa estilo y calidad por todos lados.
En cuanto a El asedio, es una novela de novelas, muy de su territorio, que le ha permitido ampliar un poco más esa novela que siempre escribe, pero otorgando más complejidad a los personajes llegando un poco más lejos. "Es una novela muy compleja", afirmó en la presentación. Y es que, a modo de resumen, se trata de una obra literaria de espionaje, amor folletinesco, policiaca, científica, costumbrista, marinera, de aventuras, con niveles de enigmas que requieren documentación de taxidermia, balística, botánica, topografía de Cádiz, meteorología, historia...
Y volviendo al saco de Reverte, está claro que el escritor selecciona qué historias publicar. Pero aún con 59 declara con tono un tanto metafísico que "a mi edad, un escritor tiene que elegir con mucho cuidado lo que escribe y lo que no escribe, porque quizá lo que no escribas muera contigo".
Miembro de la Real Academia Española (sillón T), Reverte está centrado en darse a conocer aún más si cabe a la población española y mundial. Insiste en que él siempre escribe "la misma novela" y matiza que con cada obra va "desarrollando una parte más del territorio" con el que se identifican y le reconocen sus lectores en España y en el extranjero. En una novela en el que ha centrado muchos de sus esfuerzos para resolver una gran de historias que quería contar y que le ha hecho "feliz".
"Quiero que me lean mucho, cuanto más mejor", reconoce Reverte, que aspira a que sus lectores "adopten" sus libros para que "formen parte de sus vidas". Y es que considera que el hecho de no dirigirse a un tipo de lector definido, sino complejo, ya que sus obras son leídas por igual por hombres y mujeres, jóvenes y mayores, le obliga a tocar todo tipo de registros. "Lo que justifica al escritor son los lectores y el que diga que no escribe para que lo lean miente como un bellaco",destacó Pérez Reverte.
En cuanto a la posibilidad de que El Asedio sea adaptado al cine y si piensa en la gran pantalla cuando escribe, Pérez Reverte ha confesado que ya ha recibido dos propuestas (una española y otra extranjera) y ha destacado que nunca ha escrito pensando en el cine.
Y sobre su faceta periodística, Pérez Reverte afirmó que no lo echa de menos. "No, porque el periodismo que yo hacía lo mató el teléfono móvil. Era otra manera de trabajar",señaló el escritor y matizó que lo que sí echa en falta es "la juventud, los amigos, los viajes, las chicas". "Ahora el periodismo lo hace el aficionado o el ciudadano que capta la imagen con un teléfono móvil o el soldado que escribe un blog", sentenció. Sin duda, con claridad son los motivos de su abandono de la carrera de buscador de información.



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